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El cartapacio del alecrán

Desenlace / Luis Barria

Desenlace / Luis Barria

 

El niño duerme en los brazos del perro mientras en el agua de sus ojos tibios navega un pez llamado Bahamut. Bahamut sostiene a Kuyata, “gran toro dotado de cuatro mil ojos, de cuatro mil orejas, de cuatro mil narices, de cuatro mil bocas, de cuatro mil lenguas y de cuatro mil pies. Para tasladarse de un ojo a otro o de una oreja a otra bastan quinientos años. Sobre el lomo del toro hay una roca de rubí, sobre la roca un ángel” *y sobre el ángel una diminuta esfera que lo contiene todo: todos los mares y las aves, todos los peces y los fuegos y las flores y los cerros: nuestra tierra.

Pero sucede un día que una pulga de estatura imposible a la mirada salta de la esfera y va a caer en el pelambre del perro. El perro se sacude y despierta al niño que lloriquea:

- HUSSEIN, HUSSEIN, HUSSEIN

El chillido excita al pez y el pez inquieta a Kuyata, el toro, que menea la impaciente cola y ésta va a dar a la nariz del ángel provocándole estruendoso estornudo:

- ¡ BUSH ¡

En este momento se rompe el equilibrio y se desvanece la esfera que lo contiene todo: todos los mares y los peces, y las aves, y las nubes, y los fuegos... y también al niño que sueña que lo carga un perro

Luis Barria
Febrero 2, 1991

* cita de El Libro de los seres imaginarios, de J. L. Borges.

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