La corporación, aberración de nuestra sociedad / M. Zavala y Alonso
En la Cineteca Nacional, el 24 Foro Internacional de Cine concluyó sus actividades con la proyección de la extraordinaria película La Corporación de los canadienses Mark Achbar y Jennifer Abbot. Documental que muestra el clímax del modelo de la sociedad contemporánea.
Los canadienses Achbar y Abbot, en su narrativa, utilizan una estructura capitular que en mucho se parece a los manuales de productividad de una corporación, haciendo un análisis demoledor de todas las características y aberraciones morales, éticas, políticas, económicas, ecológicas y tecnológicas del manejo de las corporaciones a nivel mundial.
Los cineastas se meten en casos especiales como es el de Nike, IBM, Coca Cola, Pfizer, Mitsubishi, Exxon y algunas otras más, con los cuales demuestran el horror del concepto de origen y operación de una corporación.
Según demuestran los realizadores, una corporación tiene características propiamente de persona física y no sólo moral, en cuanto a atribuciones de operación, producción de ganancias y rendimiento de cuentas, y que sin embargo, al momento de bancarrotas, problemas de derechos humanos, abusos laborales, desastres ecológicos, corrupción, desfalcos y fraudes, no existe un ser humano al cual consignar por tal o cual delitos. Esto lógicamente hace que la corporación pueda operar de manera prácticamente impune para conseguir su objetivo primordial: la generación de ganancias.
Con un tono objetivo sin caer en la denuncia panfletaria, Achbar y Abbot, van presentando las características de operación de la corporación hasta demostrar que es un ente sicótico que no le importa el bienestar de la comunidad, ni los efectos destructivos al medio ambiente que pueda ocasionar por su productividad, ni mucho menos le interesan los derechos humanos o laborales de sus trabajadores, y por supuesto, no tiene ni identidad ni bandera que busque defender a nación alguna. La corporación es una máquina perfecta que genera ganancias a sus socios y éste interés está por encima de cualquier cosa o circunstancia.
El documental utiliza las voces testimoniales tanto de CEOs de las propias corporaciones, como de personalidades que están en contra de este modelo de empresa. Sus opiniones van desde el candor y el cinismo, en el caso de los CEOs; hasta la denuncia y reflexión profunda de las causas y efectos que tienen las corporaciones en la sociedad contemporánea, en el caso de Naom Chomsky, Naomi Klein y Michael Moore.
Los CEOs dejan con la boca abierta a los espectadores por su amoralidad. Baste citar: siempre hay beneficios financieros después de cada devastación, o en el caso de las maquiladoras en países depauperados, ellos nos reciben con los brazos abiertos, sin nosotros su miseria sería absoluta. Cuando hacen esas declaraciones al espectador, no se muestran en lo más mínimo apesadumbrados o cohibidos, al contrario, se muestran absolutamente normales. para ellos, la moral inmoral de una corporación es parte natural de su vida cotidiana. Por eso resultan las declaraciones de los operadores de las corporaciones hasta cierto punto candorosas, porque denuncian sin el menor recato; son tan espantosas sus declaraciones, que parecerían dichas por seres ingenuos.
La película La Corporación es una obra que sin concesiones para con el tema, lleva de la mano al espectador para convertirlo en testigo de una de las aberraciones más impresionantes de operación de la sociedad contemporánea. Sobra decir que una corporación es un ente omnipresente, impune e intocable que lo mismo está presente en las grandes metrópolis, que en los remotos pueblos o en las profundas selvas de Suramérica, ya sea vendiendo productos, o bien, explotando los recursos naturales de las distintas regiones del globo terráqueo.
La Corporación es una obra documental que debería de ser vista por el mundo entero, pero sobre todo, por todos los estudiantes del mundo. Debería ser exhibida no sólo en escuelas con tendencias en contra del capitalismo salvaje, sino también en todas las demás, sin distingo de ideología, ya que lo que hacen las corporaciones en nuestra vida cotidiana planetaria, va en contra del futuro del mismo planeta. Los estudiantes de hoy, son los que seguramente se incorporarán a las filas de empleados o consumidores de las corporaciones en el mañana, por tal razón, deberían de estar muy concientes del cómo actúa La Corporación.
Yaxchilán, Chiapas, México.
Tomado de: Artes e historia de México. Revista cultural independiente: http://www.arts-history.mx/login.php?URL=/editorial/index.php?id_editorial=160
Los canadienses Achbar y Abbot, en su narrativa, utilizan una estructura capitular que en mucho se parece a los manuales de productividad de una corporación, haciendo un análisis demoledor de todas las características y aberraciones morales, éticas, políticas, económicas, ecológicas y tecnológicas del manejo de las corporaciones a nivel mundial.
Los cineastas se meten en casos especiales como es el de Nike, IBM, Coca Cola, Pfizer, Mitsubishi, Exxon y algunas otras más, con los cuales demuestran el horror del concepto de origen y operación de una corporación.
Según demuestran los realizadores, una corporación tiene características propiamente de persona física y no sólo moral, en cuanto a atribuciones de operación, producción de ganancias y rendimiento de cuentas, y que sin embargo, al momento de bancarrotas, problemas de derechos humanos, abusos laborales, desastres ecológicos, corrupción, desfalcos y fraudes, no existe un ser humano al cual consignar por tal o cual delitos. Esto lógicamente hace que la corporación pueda operar de manera prácticamente impune para conseguir su objetivo primordial: la generación de ganancias.
Con un tono objetivo sin caer en la denuncia panfletaria, Achbar y Abbot, van presentando las características de operación de la corporación hasta demostrar que es un ente sicótico que no le importa el bienestar de la comunidad, ni los efectos destructivos al medio ambiente que pueda ocasionar por su productividad, ni mucho menos le interesan los derechos humanos o laborales de sus trabajadores, y por supuesto, no tiene ni identidad ni bandera que busque defender a nación alguna. La corporación es una máquina perfecta que genera ganancias a sus socios y éste interés está por encima de cualquier cosa o circunstancia.
El documental utiliza las voces testimoniales tanto de CEOs de las propias corporaciones, como de personalidades que están en contra de este modelo de empresa. Sus opiniones van desde el candor y el cinismo, en el caso de los CEOs; hasta la denuncia y reflexión profunda de las causas y efectos que tienen las corporaciones en la sociedad contemporánea, en el caso de Naom Chomsky, Naomi Klein y Michael Moore.
Los CEOs dejan con la boca abierta a los espectadores por su amoralidad. Baste citar: siempre hay beneficios financieros después de cada devastación, o en el caso de las maquiladoras en países depauperados, ellos nos reciben con los brazos abiertos, sin nosotros su miseria sería absoluta. Cuando hacen esas declaraciones al espectador, no se muestran en lo más mínimo apesadumbrados o cohibidos, al contrario, se muestran absolutamente normales. para ellos, la moral inmoral de una corporación es parte natural de su vida cotidiana. Por eso resultan las declaraciones de los operadores de las corporaciones hasta cierto punto candorosas, porque denuncian sin el menor recato; son tan espantosas sus declaraciones, que parecerían dichas por seres ingenuos.
La película La Corporación es una obra que sin concesiones para con el tema, lleva de la mano al espectador para convertirlo en testigo de una de las aberraciones más impresionantes de operación de la sociedad contemporánea. Sobra decir que una corporación es un ente omnipresente, impune e intocable que lo mismo está presente en las grandes metrópolis, que en los remotos pueblos o en las profundas selvas de Suramérica, ya sea vendiendo productos, o bien, explotando los recursos naturales de las distintas regiones del globo terráqueo.
La Corporación es una obra documental que debería de ser vista por el mundo entero, pero sobre todo, por todos los estudiantes del mundo. Debería ser exhibida no sólo en escuelas con tendencias en contra del capitalismo salvaje, sino también en todas las demás, sin distingo de ideología, ya que lo que hacen las corporaciones en nuestra vida cotidiana planetaria, va en contra del futuro del mismo planeta. Los estudiantes de hoy, son los que seguramente se incorporarán a las filas de empleados o consumidores de las corporaciones en el mañana, por tal razón, deberían de estar muy concientes del cómo actúa La Corporación.
Yaxchilán, Chiapas, México.
Tomado de: Artes e historia de México. Revista cultural independiente: http://www.arts-history.mx/login.php?URL=/editorial/index.php?id_editorial=160
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