Complicarse la existencia / Complicated by the existence
Hoy he podido compartir con Eva, la persona que me ayuda en mi casa, algunos saberes y, ella a su vez, conmigo. Hicimos jabones.
Del proceso, disfruto mucho apreciar en su rostro la sorpresa que le llena los ojos cuando descubre que es mucho más fácil de lo que hubiera soñado imaginarse. Hicimos dos de coco, uno de vainilla, otro de naranja con canela y uno más de árbol del té. Quedaron aromáticos y suaves, y rindieron unas 15 o 16 pastillas chicas: llevan crema, aceite de aguacate y aceite de mamey (Ver foto).
Ella me ha enseñado a cultivar semillas de frutas y legumbres, a sacar esquejes para plantar árboles, a saber que cuando una planta o fruta está recia (muy madura) es buena para plantarla o que está lista para desentrañarle las semillas. Me enseña a ver el cielo y pronosticar el viento o el frío; ella lo hace mejor que la tele y el internet. Lo agradable también, es que aprendo a saborear el aire y a distinguir qué dicen los diferentes movimientos de las nubes.
Yo la he enseñado a hacer mermeladas, gelatinas caseras, pizzas, mayonesas, quesos y numerosos remedios caseros para la gripe, la tos, el dolor de huesos y las reumas, para limpiar los riñones y el hígado o para combatir al agresivo helicobacter pilori; frecuentemente más efectivos que las medicinas de patente. Y con ello, ambas ahorramos dinero, al tiempo que nos da gusto saber qué contienen de inicio a fin, los productos que consumimos y constatamos su utilidad. Es tan sencillo.
En la actualidad, parte de la complicación de nuestra existencia es comprar todo. De hecho, se vilipendian los productos artesanales, caseros, como si fuesen de mala calidad, siendo por supuesto, lo contrario. Al hacerlo también nos desligamos profundamente de una relación íntima y silenciosa que existe entre nuestras necesidades, los quehaceres cotidianos y la naturaleza. Se difumina el sentido de nuestras acciones: no se cultiva la voluntad, el sentido de pertenencia y de servicio, y contribuye a que olvidemos que nuestra vida, es un proceso que terminará algún día.
Desde hace mucho cocino, pero desde que cultivo plantas, por ejemplo, mis manos han cambiado. Me gustan, cambió su temperatura. El producir cosas con las manos, de inicio a fin, productos útiles y que cumplen alguna función para mi familia o amigos, me reintegra a un mundo más tranquilo y comprensible.
Sé que la vida diaria ahora es tan presionante que es difícil creer que puede haber tiempo para lo que arriba narro y que es justamente complicarse la existencia; pero vale la pena sumergirse en la aparente paradoja, e intentarlo.
Marcela Chacón
Febrero 7, 2011
(English version)
Today I have shared with Eve, the person who helps me at home, some knowledges, as she also share with me. We make soaps.
I like a lot the surprise on her face that fills her eyes when he discovers that it is much easier than she ever dreamed. We did two of coconut, one of vanilia, another of orange with cinnamon and one, with tea tree. The sopas are aromatic and smooth, and we could cut 15 or 16 pices: also they have cream, avocado oil and oil mamey (See photo).
She has taught me to cultivate fruit and vegetable seeds, to take cuttings for planting trees, and learn that when a plant or fruit is sturdy (very mature) is good for planting it or it is ready to tease out the seeds. Also she teaches me to see the sky and predict the wind or cold, she does it better than the TV and the internet. In addition also is that I had learned to taste the air and tell what do the different movements of the clouds.
I’ve teached her to make jam, homemade jelly, pizza, mayonnaise, cheese and many home remedies for flu, cough, sore bones and rheumatism, to cleanse the kidneys and liver to combat aggressive the helicobacter pylori or other digestive pains; often more effective than patented medicines. And while we do that, both save money, and like to know what is made of, from start to finish, the products we eat and find them useful. It is that simple.
Currently, part of the complication of our existence is to buy everything. In fact, they vilify handicrafts and home made products, as if they were of poor quality, being of course, the opposite. Buying also disclaim deeply the intimate and quiet relationship that exists between our needs, the daily chores and Nature. It blurs the meaning of our actions because we get more far evry day of cultivated the sense of belonging and service, and helps us to easily forget that our life is a process that will end some day.
I cooked since many years ago because I like it very much, but since I’m cropping plants, for example, my hands have changed. I like them, their new temperature. To produce things with our hands, from start to finish, doing useful products that fulfill a function for our family or friends, return to me a more quiet and meaningfull world.
I know that everyday life is now so hustling that it is hard to believe we may have enough time to narrate what I describe above, and that is just complicating our existence, but it is worth diving into the apparent paradox, and try it.
Marcela Chacón
February 7th, 2011
2 comentarios
Marcela -
Sí, y más aún. El conocimiento profundo que tienen ellos por la naturaleza ha sido fuertemente desestimado, y por más investigación que se haya hecho, no está consignado en ningunas páginas. Es el conocmiento de la práctica, el más valioso.
José María Gutiérrez Parra -
Que bueno que tienes a Eva, nostros, como dice mi hija, tenemos nuestra Juanita, que nos enseña muchas cosas sobre las plantas y sobre la vida.
Son relaciones que cuando las cultivamos y apreciamos, nos brindan no solamente su ayuda, si no también su compañía y afecto incondicional. Somos muy afortunados cuando logramos una relación asi.
Saludos Marcela.