Una gata parada, poesía para niños / Marcela Chacón
El monstruo
Vivito vino el mosco volando
directo por mi boca se metió
sentí como si una mota comiera
pero de mi garganta, no pasó.
Cajum, caja y cajón
tose que tose, tosí
ya no sé a qué supo,
ni si lo escupí.
Imaginé su asustada cara de mosco
que ni supo qué se lo tragó:
yo fui ese enorme monstruo,
y esta boba historia aquí terminó.
Llega
Camina deprisa
de puntos y estrellas
ligera se viste
Leve frescura
transparente arena
suena a brizna
a cascada, a seda
Es enhebro de nube
rondalla de niños
nos cubre los ojos
los oídos despierta
Manta de agua
la niebla, llega.
Tomados de: Una gata parada. Poesía para niños.
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