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El cartapacio del alecrán

POESíA / POETRY

Una gata parada, poesía para niños / Marcela Chacón

Una gata parada, poesía para niños / Marcela Chacón

El monstruo


Vivito vino el mosco volando

directo por mi boca se metió

sentí como si una mota comiera

pero de mi garganta, no pasó.


Cajum, caja y cajón

tose que tose, tosí

ya no sé a qué supo,

ni si lo escupí.

 

Imaginé su asustada cara de mosco

que ni supo qué se lo tragó:

yo fui ese enorme monstruo,

y esta boba historia aquí terminó.

 

 

Llega


Camina deprisa
de puntos y estrellas
ligera se viste


Leve frescura
transparente arena
suena a brizna
a cascada, a seda


Es enhebro de nube
rondalla de niños
nos cubre los ojos
los oídos despierta


Manta de agua
la niebla, llega.

 

Tomados de: Una gata parada. Poesía para niños.

 

-

Altazor / Vicente Huidobro

Altazor / Vicente Huidobro

Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad?

¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa

  con la espada en la mano?

¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios?

¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser?

Y esa voz que te gritó ¡vives! y no te ves vivir

¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?

Se rompió el diamante de tus sueños en un mar de estupor

Estás perdido Altazor

Solo en medio del universo

Solo como una nota que florece en las alturas del vacío

No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza

¿En dónde estás Altazor?

La nebulosa de la angustia pasa como un río

Y me arrastra según la ley de las atracciones

La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad

Siento un telescopio que me apunta como un revólver

La cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad

Buscando infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea ineludible

Altazor morirás. Se secará tu voz y será invisible

La tierra seguirá girando sobre su órbita precisa

Temerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre que ata

las miradas del pavor

En vano buscas ojo enloquecido

No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas

Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar

¿No ves que vas cayendo ya?

Limpia tu cabeza de prejuicio y moral

Y si queriendo alzarte, nada has alcanzado

  déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra

Sin miedo al enigma de ti mismo

Acaso encuentres una luz sin noche

Perdida en las grietas de los precipicios

Cae

Cae eternamente

Cae al fondo del infinito

Cae al fondo del tiempo

Cae al fondo de ti mismo

Cae lo más bajo que se pueda caer

Cae sin vértigo

A través de todos los espacios y todas las edades

A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios

Cae y quema al pasar los astros y los mares

Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan

Quema el viento con tu voz

El viento que se enreda en tu voz

Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos

Cae en infancia

Cae en vejez

Cae en lágrima

Cae en risas

Cae en música sobre el universo

Cae de tu cabeza a tus pies

Cae de tus pies a tu cabeza

Cae del mar a la fuente

Cae al último abismo del silencio

Como el barco que se hunde apagando sus luces

Todo se acabó

El mar antropófago golpea la puerta de las rocas despiadadas

Los perros ladran a las horas que se mueren

Y el cielo escucha el paso de las estrellas que se alejan

Estás solo

Y vas a la muerte derecho como un iceberg que se desprende del polo

Cae la noche buscando su corazón en el océano

La mirada se agranda como los torrentes

Y en tanto que las olas se dan vuelta

La luna niño de luz se escapa de alta mar

Mira este cielo lleno

Más rico que los arroyos de las minas

Cielo lleno de estrellas que esperan el bautismo

Todas esas estrellas salpicaduras de un astro de piedra lanzado en las aguas eternas

No saben lo que quieren ni si hay redes ocultas más allá

Ni qué mano lleva las riendas

Ni qué pecho sopla el viento sobre ellas

Ni saben si no hay mano y no hay pecho

Las montañas de pesca

Tienen la altura de mis deseos

Y yo arrojo fuera de la noche mis últimas angustias

Que los pájaros cantando dispersan por el mundo

Reparad el motor del alba

En tanto me siento al borde de mis ojos

Para asistir a la entrada de las imágenes

Soy yo Altazor

Altazor

Encerrado en la jaula de su destino

En vano me aferro a los barrotes de la evasión posible

Una flor cierra el camino

Y se levantan como la estatua de las llamas

La evasión imposible

Más débil marcho con mis ansias

Que un ejército sin luz en medio de emboscadas

Abrí los ojos en el siglo

En que moría el cristianismo

Retorcido en su cruz agonizante

Ya va a dar el último suspiro

¿Y mañana qué pondremos en el sitio vacío?

Pondremos un alba o un crepúsculo

¿Y hay que poner algo acaso?

La corona de espinas

Chorreando sus últimas estrellas se marchita

Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún problema

Que sólo ha enseñado plegarias muertas

Muere después de dos mil años de existencia

Un cañoneo enorme pone punto final a la era cristiana

El Cristo quiere morir acompañado de millones de almas

Hundirse con sus templos

Y atravesar la muerte con un cortejo inmenso

Mil aeroplanos saludan la nueva era

Ellos son los oráculos y las banderas

Hace seis meses solamente

Dejé la ecuatorial recién cortada

En la tumba guerrera del esclavo paciente

Corona de piedad sobre la estupidez humana

Soy yo que estoy hablando en este año de 1919

Es el invierno

Ya la Europa enterró todos sus muertos

Y un millar de lágrimas hacen una sola cruz de nieve

Mirad esas estepas que sacuden las manos

Millones de obreros han comprendido al fin

Y levantan al cielo sus banderas de aurora

Venid, venid os esperamos porque sos la esperanza

La única esperanza

La última esperanza

Soy yo Altazor el doble de mí mismo

El que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente

El que cayó de las alturas de su estrella

Y viajó veinticinco años

Colgado al paracaídas de sus propios prejuicios

Soy yo Altazor el del ansia infinita

Del hambre eterno y descorazonado

Carne labrada por arados de angustia

¿Cómo podré dormir mientras haya adentro tierras desconocidas?

Problemas

Misterios que se cuelgan a mi pecho

Estoy solo

La distancia que va de cuerpo a cuerpo

Es tan grande como la que hay de alma a alma

Solo

Solo

Solo

Estoy solo parado en la punta del año que agoniza

El universo se rompe en olas a mis pies

Los planetas giran en torno a mi cabeza

Y me despeinan al pasar con el viento que desplazan

Sin dar un respuesta que llene los abismos

Ni sentir este anhelo fabuloso que busca en la fauna del cielo

Un ser materno donde se duerma el corazón

Un lecho a la sombra del torbellino de enigmas

Una mano que acaricie los latidos de la fiebre

Dios diluido en la nada y el todo

Dios todo y nada

Dios en las palabras y en los gestos

Dios mental

Dios aliento

Dios joven Dios viejo

Dios pútrido

lejano y cerca

Dios amasado a mi congoja

Sigamos cultivando en el cerebro las tierras del error

Sigamos cultivando las tierras veraces en el pecho

Sigamos

Siempre igual como ayer mañana y luego y después

No

No puede ser

Cambiemos nuestra suerte

Quememos nuestra carne en los ojos del alba

Bebamos la tímida lucidez de la muerte

La lucidez polar de la muerte

Canta el caos al caos que tiene pecho de hombre

Llora de eco en eco por todo el universo

Rodando con sus mitos entre alucinaciones

Angustia de vacío en alta fiebre

Amarga conciencia del vano sacrificio

De la experiencia inútil del fracaso celeste

Del ensayo perdido

Y aún después que el hombre haya desaparecido

Que hasta su recuerdo se queme en la hoguera del tiempo

Quedará un gusto a dolor en la atmósfera terrestre

Tantos siglos respirada por miserables pechos plañideros

Quedará en el espacio la sombra siniestra

De una lágrima inmensa

Y una voz perdida aullando desolada

Nada nada nada

No

No puede ser

Consumamos el placer

Agotemos la vida en la vida

Muera la muerte infiltrada de rapsodias langorosas

Infiltrada de pianos tenues y banderas cambiantes como crisálidas

Las rocas de la muerte se quejan al borde del mundo

El viento arrastra sus florescencias amargas

Y el desconsuelo de las primaveras que no pueden nacer

Todas son trampas

trampas del espíritu

Transfusiones eléctricas de sueño y realidad

Oscuras lucideces de esta larga desesperación petrificada en soledad

Vivir vivir en tinieblas

Entre cadenas de anhelos tiránicos collares de gemidos

Y un eterno viajar en los adentros de sí mismo

Con dolor de límites constantes y vergüenza de ángel estropeado

Burla de un dios nocturno

Rodar rodar rotas las antenas en medio del espacio

Entre mares alados y auroras estancadas

Yo estoy aquí de pie ante vosotros

En nombre de una idiota ley proclamadora

De la conservación de las especies

Inmunda ley

Villana ley arraigada a los sexos ingenuos

Por esa ley primera trampa de la inconciencia

El hombre se desgarra

Y se rompe en aullidos mortales por todos los poros de su tierra

Yo estoy aquí de pie entre vosotros

Se me caen las ansias al vacío

Se me caen los gritos a la nada

Se me caen al caos las blasfemias

Perro del infinito trotando entre astros muertos

Perro lamiendo estrellas y recuerdos de estrella

Perro lamiendo tumbas

Quiero la eternidad como una paloma en mis manos

Todo ha de alejarse en la muerte esconderse en la muerte

Yo tú él nosotros vosotros ellos

Ayer hoy mañana

Pasto en las fauces del insaciable olvido

Pasto para la rumia eterna del caos incansable

Justicia ¿qué has hecho de mí Vicente Huidobro?

Se me cae el dolor de la lengua y las alas marchitas

Se me caen los dedos muertos uno a uno

¿Qué has hecho de mi voz cargada de pájaros en el atardecer

La voz que me dolía como sangre?

Dadme el infinito como una flor para mis manos

Seguir

No. Basta ya

Seguir cargado de mundos de países de ciudades

Muchedumbres aullidos

Cubierto de climas hemisferios ideas recuerdos

Entre telarañas de sepulcros y planetas conscientes

Seguir del dolor al dolor del enigma al enigma

Del dolor de la piedra al dolor de la planta

Porque todo es dolor

Dolor de batalla y miedo de no ser

Lazos de dolor atan la tierra al cielo las aguas a la tierra

Y los mundos galopan en órbitas de angustia

Pensando en la sorpresa

La latente emboscada en todos los rincones del espacio

Me duelen los pies como ríos de piedra

¿Qué has hecho de mis pies?

¿Qué has hecho de esta bestia universal,

de este animal errante?

Esta rata en delirio que trepa las montañas

Sobre un himno boreal o alarido de tierra

Sucio de tierra y llanto

de tierra y sangre

Azotado de espinas y los ojos en cruz

La conciencia es amargura

La inteligencia es decepción

Solo en las afueras de la vida

Se puede plantar una pequeña ilusión

Ojos ávidos de lágrimas hirviendo

Labios ávidos de mayores lamentos

Manos enloquecidas de palpar tinieblas

Buscando más tinieblas

Y esta amargura que se pasea por los huesos

Y este entierro en mi memoria

Este entierro que se alarga en mi memoria

Este largo entierro que atraviesa todos los días mi memoria

Seguir

No

Que se rompa el andamio de los huesos

Que se derrumben las vigas del cerebro

Y arrastre el huracán los trozos a la nada al otro lado

En donde el viento azota a Dios

En donde aún resuene mi violín gutural

Acompañando el piano póstumo del Juicio Final

Eres tú tú el ángel caído

La caída eterna sobre la muerte

La caída sin fin de muerte en muerte

Embruja el universo con tu voz

Aférrate a tu voz embrujador del mundo

Cantando como un ciego perdido en la eternidad

Anda en mi cerebro una gramática dolorosa y brutal

La matanza continua de conceptos internos

Y una última aventura de esperanzas celestes

Un desorden de estrellas imprudentes

Caídas de los sortilegios sin refugio

Todo lo que se esconde y nos incita con imanes fatales

Lo que se esconde en las frías regiones de lo invisible

O en la ardiente tempestad de nuestro cráneo

La eternidad se vuelve sendero de flor

Para el regreso de espectros y problemas

Para el mirage sediento de las nuevas hipótesis

Que rompen el espejo de la magia posible

Liberación, ¡Oh! si liberación de todo

De la propia memoria que nos posee

De las profundas vísceras que saben lo que saben

A causa de estas heridas que nos atan al fondo

Y nos quiebran los gritos de las alas

La magia y el ensueño liman los barrotes

La poesía llora en la punta del alma

Y acrece la inquietud mirando nuevos muros

Alzados de misterio en misterio

Entre minas de mixtificación que abren sus heridas

Con el ceremonial inagotable del alba conocida

Todo en vano

Dadme la llave de los sueños cerrados

Dadme la llave del naufragio

Dadme una certeza de raíces en horizonte quieto

Un descubrimiento que no huya a cada paso

O dadme un bello naufragio verde

Un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos

Como el barco que se hunde sin apagar sus luces

Liberado de este trágico silencio entonces

En mi propia tempestad

Desafiaré al vacío

Sacudiré la nada con blasfemias y gritos

Hasta que caiga un rayo de castigo ansiado

Trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso

¿Por qué soy prisionero de esta trágica busca?

¿Qué es lo que me llama y se esconde

Me sigue me grita por mi nombre

Y cuando vuelvo el rostro y alargo las manos de los ojos

Me echa encima una niebla tenaz como la noche de los astros ya muertos?

Sufro me revuelco en la angustia

Sufro desde que era nebulosa

Y traigo desde entonces este dolor primordial en las células

Este peso en las alas

Esta piedra en el canto

Dolor de ser isla

Angustia subterránea

Angustia cósmica

Poliforme angustia anterior a mi vida

Y que la sigue como una marcha militar

Y que irá más allá

Hasta el otro lado de la periferia universal

Consciente

Inconsciente

Deforme

Sonora

Sonora como el fuego

El fuego que me quema el carbón interno y el alcohol de los ojos

Soy una orquesta trágica

Un concepto trágico

Soy trágico como los versos que punzan en las sienes y no pueden salir

Arquitectura fúnebre

Matemática fatal y sin esperanza alguna

Capas superpuestas de dolor misterioso

Capas superpuestas de ansias mortales

Subsuelos de intuiciones fabulosas

Siglos siglos que vienen gimiendo en mis venas

Siglos que se balancean en mi canto

Que agonizan en mi voz

Porque mi voz es solo canto y sólo puede salir en canto

La cuna de mi lengua se metió en el vacío

Anterior a los tiempos

Y guardará eternamente el ritmo primero

El ritmo que hace nacer los mundos

Soy la voz del hombre que resuena en los cielos

Que reniega y maldice

Y pide cuentas de por qué y para qué

Soy todo el hombre

El hombre herido por quién sabe quién

Por una flecha perdida del caos

Humano terreno desmesurado

Sí desmesurado y lo proclamo sin miedo

Desmesurado porque no soy burgués ni raza fatigada

Soy bárbaro tal vez

Desmesurado enfermo

Bárbaro limpio de rutinas y caminos marcados

No acepto vuestras sillas de seguridades cómodas

Soy el ángel salvaje que cayó una mañana

En vuestras plantaciones de preceptor

Poeta

Antipoeta

Culto

Anticulto

Animal metafísico cargado de congojas

Animal espontáneo directo sangrando sus problemas

Solitario como una paradoja

Paradoja fatal

Flor de contradicciones bailando un fox-trot

Sobre el sepulcro de Dios

Sobre el bien y el mal

Soy un pecho que grita y un cerebro que sangra

Soy un temblor de tierra

Los sismógrafos señalan mi paso por el mundo

Crujen las ruedas de la tierra

Y voy andando a caballo en mi muerte

Voy pegado a mi muerte como un pájaro al cielo

Como una fecha en el árbol que crece

Como el nombre en la carta que envío

Voy pegado a mi muerte

Voy por la vida pegado a mi muerte

Apoyado en el bastón de mi esqueleto

El sol nace en mi ojo derecho y se pone en mi ojo izquierdo

En mi infancia una infancia ardiente como un alcohol

Me sentaba en los caminos de la noche

A escuchar la elocuencia de las estrellas

Y la oratoria del árbol

Ahora la indiferencia nieva en la tarde de mi alma

Rómpanse en espigas las estrellas

Pártase la luna en mil espejos

Vuelva el árbol al nido de su almendra

Sólo quiero saber por qué

Por qué

Por qué

Soy protesta y araño el infinito con mis garras

Y grito y gimo con miserables gritos oceánicos

El eco de mi voz hacer tronar el caos

Soy desmesurado cósmico

Las piedras las plantas las montañas

Me saludan Las abejas las ratas

Los leones y las águilas

Los astros los crepúsculos las albas

Los ríos y las selvas me preguntan

¿Qué tal cómo está usted?

Y mientras los astros y las olas tengan algo que decir

Será por mi boca que hablarán a los hombres

Que Dios sea Dios

O Satán sea Dios

O ambos sean miedo nocturna ignorancia

Lo mismo da

Que sea la Vía Láctea

O una procesión que asciende en pos de la verdad

Hoy me es igual

Traedme una hora que vivir

Traedme un amor pescado por la oreja

Y echadlo aquí a morir ante mis ojos

Que yo caiga por el mundo a toda máquina

Que yo corra por el universo a toda estrella

Que me hunda o me eleve

Lanzado sin piedad entre planetas y catástrofes

Señor Dios si tú existes es a mí a quien lo debes

Matad la horrible duda

Y la espantosa lucidez

Hombre con los ojos abiertos en la noche

Hasta el fin de los siglos

Enigma asco de los instintos contagiosos

Como las campanas de la exaltación

Pajarero de luces muertas que andan con pies de espectro

Con los pies indulgentes del arroyo

Que se llevan las nubes y cambia de país

En el tapiz del cielo se juega nuestra suerte

Allí donde mueren las horas

El pesado cortejo de las horas que golpean el mundo

Se juega nuestra alma

Y la suerte que se vuela todas las mañanas

Sobre las nubes con los ojos llenos de lágrimas

Sangra la herida de las últimas creencias

Cuando el fusil desconsolado del humano refugio

Descuelga los pájaros del cielo

Mírate allí animal eterno desnudo de nombre

Junto al abrevadero de tus límites propios

Bajo el alba benigna

Que zurce el tejido de las mareas

Mira a lo lejos viene la cadena de hombres

Saliendo de la usina de ansias iguales

Mordidos por la misma eternidad

Por el mismo huracán de vagabundas fascinaciones

Cada uno trae su palabra informe

Y los pies atados a su estrella propia

Las máquinas avanzan en la noche del diamante fatal

Avanza el desierto con sus olas sin vida

Pasan las montañas pasan los camellos

Como la historia de las guerras antiguas

Allá va la cadena de hombres entre fuegos ilusos

Hacia el párpado tumbal

Después de mi muerte un día

El mundo será pequeño a las gentes

Plantarán continentes sobre los mares

Se harán islas en el cielo

Habrá un gran puente de metal en torno de la tierra

Como los anillos construidos en Saturno

Habrá ciudades grandes como un país

Gigantescas ciudades del porvenir

En donde el hombre-hormiga será una cifra Un número que se mueve y sufre y baila

(Un poco de amor a veces como un arpa que hace olvidar la vida)

Jardines de tomates y repollos

Los parques públicos plantados de árboles frutales

No hay carne que comer el planeta es estrecho

Y las máquinas mataron el último animal

Árboles frutales en todos los caminos

Lo aprovechable sólo lo aprovechable

Ah la hermosa vida que preparan las fábricas

La horrible indiferencia de los astros sonrientes

Refugio de la música

Que huye de las manos de los últimos ciegos

Angustia angustia de lo absoluto y de la perfección

Angustia desolada que atraviesa las órbitas perdidas

Contradictorios ritmos quiebran el corazón

En mi cabeza cada cabello piensa otra cosa

Un hastío invade el hueco que va del alba al poniente

Un bostezo color mundo y carne

Color espíritu avergonzado de irrealizables cosas

Lucha entre la piel y el sentimiento de una dignidad bebida y no otorgada

Nostalgia de ser barro y piedra o Dios

Vértigo de la nada cayendo de sombra en sombra

Inutilidad de los esfuerzos fragilidad del sueño

Ángel expatriado de la cordura

¿Por qué hablas Quién te pide que hables?

Revienta pesimista mas revienta en silencio

Cómo se reirán los hombres de aquí a mil años

Hombre perro que aúllas a tu propia noche

Delincuente de tu alma

El hombre de mañana se burlará de ti

Y de tus gritos petrificados goteando estalactitas

¿Quién eres tú habitante de este diminuto cadáver estelar?

¿Qué son tus náuseas de infinito y tu ambición de eternidad?

Átomo desterrado de sí mismo con puertas y ventanas de luto

¿De dónde vienes a dónde vas?

¿Quién se preocupa de tu planeta?

Inquietud miserable

Despojo del desprecio que por ti sentiría

Un habitante de Betelgeuse

Veintinueve millones de veces más grande que tu sol

Hablo porque soy protesta insulto y mueca de dolor

Sólo creo en los climas de la pasión

Sólo deben hablar los que tienen el corazón clarividente

La lengua a alta frecuencia

Buzos de la verdad y la mentira

Cansados de pasear sus linternas en los laberintos de la nada

En la cueva de alternos sentimientos

El dolor es lo único eterno

Y nadie podrá reir ante el vacío

¿Qué me importa la burla del hombre-hormiga

Ni la del habitante de otros astros más grandes?

Y yo no sé de ellos ni ellos saben de mí

Yo sé de mi vergüenza de la vida de mi asco celular

De la mentira abyecta de todo cuanto edifican los hombres

Los pedestales de aire de sus leyes e ideales

Dadme dadme pronto un llano de silencio

Un llano despoblado como los ojos de los muertos

¿Robinsón por qué volviste de tu isla?

De la isla de tus obras y tus sueños privados

La isla de ti mismo rica de tus actos

Sin leyes ni abdicación ni compromisos

Sin control de ojo intruso

Ni mano extraña que rompa los encantos

¿Robinsón cómo es posible que volvieras de tu isla?

Malhaya el que mire con ojos de muerte

Malhaya el que vea el resorte que todo lo mueve

Una borrasca dentro de la risa

Una agonía de sol adentro de la risa

Matad al pesimista de pupila enlutada

Al que lleva un féretro en el cerebro

Todo es nuevo cuando se mira con ojos nuevos

Oigo una voz idiota entre algas de ilusión

Boca parasitaria aún de la esperanza

Idos lejos de aquí restos de playas moribundas

Mas si buscáis descubrimientos

Tierras irrealizables más allá de los cielos

Vegetante obsesión de musical congoja

Volvamos al silencio

Restos de playas fúnebres

¿A qué buscáis el faro poniente

Vestido de su propia cabellera

Como la reina de los circos?

Volvamos al silencio

Al silencio de las palabras que vienen del silencio

Al silencio de las hostias donde se mueren los profetas

Con la llaga del flanco

Cauterizada por algún relámpago

Las palabras con fiebre y vértigo interno

Las palabras del poeta dan un mareo celeste

Dan una enfermedad de nubes

Contagioso infinito de planetas errantes

Epidemia de rosas en la eternidad

Abrid la boca para recibir la hostia de la palabra herida

La hostia angustiada y ardiente que me nace no se sabe dónde

Que viene de más lejos que mi pecho

La catarata delicada de oro en libertad

Correr de río sin destino como aerolitos al azar

Una columna se alza en la punta de la voz

Y la noche se sienta en la columna

Yo poblaré para mil años los sueños de los hombres

Y os daré un poema lleno de corazón

En el cual me despedazaré por todos lados

Una lágrima caerá de unos ojos

Como algo enviado sobre la tierra

Cuando veas como una herida profetiza

Y reconozcas la carne desgraciada

El pájaro cegado en la catástrofe celeste

Encontrado en mi pecho solitario y sediento

En tanto yo me alejo tras los barcos magnéticos

Vagabundo como ellos

Y más triste que un cortejo de caballos sonámbulos

Hay palabras que tienen sombra de árbol

Otras que tienen atmósfera de astros

Hay vocablos que tienen fuego de rayos

Y que incendian donde caen

Otros que se congelan en la lengua y se rompen al salir

Como esos cristales helados y fatídicos

Hay palabras con imanes que atraen los tesoros del abismo

Otras que se descargan como vagones sobre el alma

Altazor desconfía de las palabras

Desconfía del ardid ceremonioso

Y de la poesía

Trampas

Trampas de luz y cascadas lujosas

Trampas de perla y de lámpara acuática

Anda como los ciegos con sus ojos de piedra

Presintiendo el abismo a todo paso

Mas no temas de mí que mi lenguaje es otro

No trato de hacer feliz ni desgraciado a nadie

Ni descolgar banderas de los pechos

Ni dar anillos de planetas

Ni hacer satélites de mármol en torno a un talismán ajeno

Quiero darte una música de espíritu

Música mía de esta cítara plantada en mi cuerpo

Música que hace pensar en el crecimiento de los árboles

Y estalla en luminarias dentro del sueño.

Yo hablo en nombre de un astro por nadie conocido

Hablo en una lengua mojada en mares no nacidos

Con una voz llena de eclipses y distancias

Solemne como un combate de estrellas o galeras lejanas

Una voz que se desfonda en la noche de las rocas

Una voz que da la vista a los ciegos atentos

Los ciegos escondidos al fondo de las casas

Como al fondo de sí mismos

Los veleros que parten a distribuir mi alma por el mundo

Volverán convertidos en pájaros

Una hermosa mañana alta de muchos metros

Alta como el árbol cuyo fruto es el sol

Una mañana frágil y rompible

A la hora en que las flores se lavan la cara

Y los últimos sueños huyen por las ventanas

Tanta exaltación para arrastrar los cielos a la lengua

El infinito se instala en el nido del pecho

Todo se vuelve presagio

ángel entonces

El cerebro se torna sistro revelador

Y la hora huye despavorida por los ojos

Los pájaros grabados en el cenit no cantan

El día se suicida arrojándose al mar

Un barco vestido de luces se aleja tristemente

Y al fondo de las olas un pez escucha el paso dc los hombres

Silencio la tierra va a dar a luz un árbol

La muerte se ha dormido en el cuello de un cisne

Y cada pluma tiene un distinto temblor

Ahora que Dios se sienta sobre la tempestad

Que pedazos de cielos caen y se enredan en la selva

Y que el tifón despeina las barbas del pirata

Silencio la tierra va a dar a luz un árbol

Tengo cartas secretas en la caja del cráneo

Tengo un carbón doliente en el fondo del pecho

Y conduzco mi pecho a la boca

Y la boca a la puerta del sueño

El mundo se me entra por los ojos

Se me entra por las manos se me entra por los pies

Me entra por la boca y se me sale

En insectos celestes o nubes de palabras por los poros

Silencio la tierra va a dar a luz un árbol

Mis ojos en la gruta de la hipnosis

Mastican el universo que me atraviesa como un túnel

Un escalofrío de pájaro me sacude los hombros

Escalofrío de alas y olas interiores

Escalas de olas y alas en la sangre

Se rompen las amarras de las venas

Y se salta afuera de la carne

Se sale de las puertas de la tierra

Entre palomas espantadas

Habitante de tu destino

¿Por qué quieres salir de tu destino?

¿Por qué quieres romper los lazos de tu estrella

Y viajar solitario en los espacios

Y caer a través de tu cuerpo de tu cenit a tu nadir?

No quiero ligaduras de astro ni de viento

Ligaduras de luna buenas son para el mar y las mujeres

Dadme mis violines de vértigo insumiso

Mi libertad de música escapada

No hay peligro en la noche pequeña encrucijada

Ni enigma sobre el alma

La palabra electrizada de sangre y corazón

Es el gran paracaídas y el pararrayos de Dios

Habitante de tu destino

Pegado a tu camino como roca

Viene la hora del sortilegio resignado

Abre la mano de tu espíritu

El magnético dedo

En donde el anillo de la serenidad adolescente

Se posará cantando como el canario pródigo

Largos años ausente

Silencio

Se oye el pulso del mundo como nunca pálido

La tierra acaba de alumbrar un árbol

Estrofas en la playa / Rosario Castellanos

Estrofas en la playa / Rosario Castellanos

I

El río viene de secretas grutas,

desconocidas fuentes.

A mirarlo pasar corren los árboles,

adiós le dicen los follajes verdes.

 

El río viene en su torso esbelto,

con su mano en que juega

un inminente espejo.

Con la pulpa fresquísima

de su pecho sombrío

y su espumoso belfo

de potro repentino.

Para que el cielo sepa qué caminos

llevan al mar, para que aprenda el campo

una nueva canción y el día tenga

donde mojar los pies,

el río viene izando su largo nombre líquido.

Ay, del que junto al río

no quiere llamarse sed.

 

 

II

Atardece en la playa. En el río madura

una profunda noche duplicada.

 

Sobre la arena late

-como una estrella viva y desgajada-

una hoguera que el viento apresura, clavándole

sus espuelas agudas y plateadas.

 

Yo, dividida, voy como entre dos orillas

entre el fuego y el agua:

mitad sangre, mordida de taciturnos peces

y mitad sangre rota de fiera llamarada.

De El rescate del mundo, 1952.

 

POEMA

Ahora estoy de regreso.

Llevé lo que la ola, para romperse, lleva

-sal, espuma y estruendo-

y toqué con mis manos criatura viva:

el silencio.

 

Heme aquí suspirando

como el que ama y se recuerda y está lejos.

 

Tomados de: Poetas jóvenes de México. Antología. México, Libro-Mex Editores, 1955.

Itaca / Constantino Cavafis

Itaca / Constantino Cavafis

Cuando te encuentres de camino a Itaca,

desea que sea largo el camino,

lleno de aventuras, lleno de conocimientos.

A los Lestrigones y a los Cíclopes,

al enojado Poseidón no temas,

tales en tu camino nunca encontrarás,

si mantienes tu pensamiento elevado,

y selecta emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta.

A los Lestrigones y a los Cíclopes,

al fiero Poseidón no encontrarás,

si no los llevas dentro de tu alma,

si tu alma no los coloca ante ti.

 

Desea que sea largo el camino.

Que sean muchas las mañanas estivales

en que con qué alegría, con qué gozo

arribes a puertos nunca antes vistos,

deténte en los emporios fenicios,

y adquiere mercancías preciosas,

nácares y corales, ámbar y ébano,

y perfumes sensuales de todo tipo,

cuántos más perfumes sensuales puedas,

ve a ciudades de Egipto, a muchas,

aprende y aprende de los instruidos.

 

Ten siempre en tu mente a Ítaca.

La llegada allí es tu destino.

Pero no apresures tu viaje en absoluto.

Mejor que dure muchos años,

y ya anciano recales en la isla,

rico con cuanto ganaste en el camino,

sin esperar que te dé riquezas Ítaca.

 

Ítaca te dio el bello viaje.

Sin ella no habrías emprendido el camino.

Pero no tiene más que darte.

 

Y si pobre la encuentras, Itaca no te engañó.

Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,

comprenderás ya qué significan las Itacas.

Poemas sueltos / Silvia Eugenia Castillero

Poemas sueltos / Silvia Eugenia Castillero

 

 

VI

 

Busco mi sombra en las columnas del templo

y encuentro un harapo.

Voy río abajo para escuchar mi voz

y no hay cauce ni agua.

Meto un dedo en mis entrañas

y una serpiente muerde.

Hurgo en los costados de mi piel

y salen al trote caballos ciegos.

Si por fin abro una puerta solo me esperan

manos, camas y lanzas.

 

Despoblaron mi cuerpo.

No le quedan muros

ni puentes,

tendido bajo la luna

en un alambre de púas.

Debo soñar que está en un saco de semillas,

y que retoña.

 

 

 

 

Centaura

(homenaje a Camille Claudel)

 

Cabalgué los siglos necesarios para llegar al otro extremo de la planicie. Fue de noche fulgores: como sangre se deslizaron por las venas. El tiempo era rectangular, y quise agotarlo; pero no había extremo en esa tierra milenaria, no hubo más que galope y un desenfrenado deseo por recorrerlo todo. En la llanura me acoplé al macho, mi torso giraba sobre él, mi talle tan ágil quería ser ala. El corcél, con sus músculos crispados, resistió para que yo no avanzara, y la tierra junta cedió al hunidmiento de sus patas. Sentí capas y capas de arcilla que me cegaron a mitad del mundo. Entonces fui retoño entre la piedra.

 

Tomado con autorización de la autora de: Zooliloquios. Historia no natural. México, CONACULTA, 2003.

Poemas / Idea Vilariño

Poemas / Idea Vilariño

YA NO

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volverá a tocarte.
No te veré morir.


CARTA II

Estás lejos y al sur
allí no son las cuatro.
Recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
—estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero-.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.
Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.
Iré a cenar
es claro.
Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.


TE ESTOY LLAMANDO

Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.
Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
Desde una noche ciega
desde olvido
desde horas cerradas
en lo solo
sin lágrimas ni amor
te estoy llamando
como a la muerte
amor
como a la muerte.


EL ENCUENTRO

Todo es tuyo
por ti
va a tu mano tu oído tu mirada
iba
fue
siempre fue
te busca te buscaba
te buscó antes
siempre
desde la misma noche
en que fui concebida.
Te lloraba al nacer
te aprendía en la escuela
te amaba en los amores de entonces
y en los otros.
Después
todas las cosas
los amigos los libros los fracasos
la angustia los veranos las tareas
enfermedades ocios confidencias
todo estaba marcado
todo iba
encaminado
ciego
rendido
hacia el lugar
donde ibas a pasar
para que lo encontraras
para que lo pisaras.


UN HUÉSPED

No sos mío
no estás
en mi vida
a mi lado
no comés en mi mesa
ni reís ni cantás
ni vivís para mí.
Somos ajenos

y yo misma
y mi casa.
Sos un extraño
un huésped
que no busca no quiere
más que una cama
a veces.
Qué puedo hacer
cedértela.
Pero yo vivo sola.


Y SEGUIRÍA SIN MÍ

Me moriré y él seguirá cantando
bueno
digo
Carlitos
y Jorge seguirá haciendo el amor
como si se muriera
y seguirá sin mí este mundo mago
¿este mundo podrido?
Tanto árbol que planté
cosa que dije
y versos que escribí en la madrugada
y andarán por ahí como basura
como restos de un alma
de alguien que estuvo aquí
y ya no más
no más.
Lo triste lo peor fue haber vivido
como si eso importara
vivido como un pobre adolescente
que tropezó y cayó y no supo
y lloró y se quejó
y todo lo demás
y creyó que importaba.



PASAR

Quiero y no quiero
busco
un aire negro un cieno
relampagueante
un alto
una hora absoluta
mía ya para siempre.
Quiero y no quiero
espero
y no
y desespero
y por veces aparto
con todo olvido todo abandono toda
felicidad
ese día completo
esa huida ese más
ese desdén entero
esa destituida instancia
ese vacío
más allá del amor
de su precario don
de su no
de su olvido
esa puerta sin par
el solo paraíso.
Quiero y no quiero
quiero
quiero sí y cómo quiero
dejarlo estar así
olvidar para siempre
darme vuelta
pasar
no sonreír
salirme
en una fiesta grave
en una dura luz
en un aire cerrado
en un hondo compás
en una invulnerable
terminada figura.


SI MURIERA ESTA NOCHE

Si muriera esta noche
si pudiera morir
si me muriera
si este coito feroz
interminable
peleado y sin clemencia
abrazo sin piedad
beso sin tregua
alcanzara su colmo y se aflojara
si ahora mismo
si ahora
entornando los ojos me muriera
sintiera que ya está
que ya el afán cesó
y la luz ya no fuera un haz de espadas
y el aire ya no fuera un haz de espadas
y el dolor de los otros y el amor y vivir
y todo ya no fuera un haz de espadas
y acabara conmigo
para mí
para siempre
y que ya no doliera
y que ya no doliera.


UNA VEZ

Soy mi padre y mi madre
soy mis hijos
y soy el mundo
soy la vida
y no soy nada
nadie
un pedazo animado
una visita
que no estuvo
que no estará después.
Estoy estando ahora
casi no sé más nada
como una vez estaban
otras cosas que fueron
como un cielo lejano
un mes
una semana
un día de verano
que otros días del mundo
disiparon.


TRABAJAR PARA LA MUERTE

El sol el sol su lumbre
su afectuoso cuidado
su coraje su gracia su olor caliente
su alto
en la mitad del día
cayéndose y trepando por lo oscuro del cielo
tambaleándose y de oro
como un borracho puro.
Días de días noches temporadas
para vivir así para morirse
por favor por favor
mano tendida
lágrimas y limosnas
y ayudas y favores
y lástimas y dádivas.
Los muertos tironeando del corazón.
La vida rechazando
dándoles fuerte con el pie
dándoles duro.
Todo crucificado y corrompido
y podrido hasta el tuétano
todo desvencijado impuro y a pedazos
definitivamente fenecido
esperando ya qué
días de días.
Y el sol el sol
su vuelo
su celeste desidia
su quehacer de amante de ocioso
su pasión
su amor inacabable
su mirada amarilla
cayendo y anegándose por lo puro del cielo
como un borracho ardiente
como un muerto encendido
como un loco cegado en la mitad del día.


ESO

Mi cansancio
mi angustia
mi alegría
mi pavor
mi humildad
mis noches todas
mi nostalgia del año
mil novecientos treinta
mi sentido común
mi rebeldía.
Mi desdén
mi crueldad y mi congoja
mi abandono
mi llanto
mi agonía
mi herencia irrenunciable y dolorosa
mi sufrimiento
en fin
mi pobre vida.



CALLARSE

Estoy temblando
está temblando el árbol desnudo y en espejos
cantando
y cantando está la luna
riendo
sin silencios
la lírica y romántica
flauta y en cielo en hoz
por vez primera
se abren su luz cereza y el estiércol.
No se pueden quejar ni las mañanas
ni el ardiente sopor que por lo estéril
no canto más no canto
ni puedo deshacer en primavera
ni negarla y beber
ni matar sin querer
ni andar a tientas
ya que el aire está duro
y hay monedas locuras
esperando
la marca del el agua
en desazón riendo
riéndose riendo.
Ah si encono si entonces
ya no quiero
ya no pude se pasa nunca alcanza
una ola se vaga la marea
se desconcierta así
y el sol no existe aquí más que en palabras
Pero en cambio en el cielo
caben muchas pero muchas. A veces
se molestan se muerden
en los labios.


EL MAR

Tan arduamente el mar,
tan arduamente,
el lento mar inmenso,
tan largamente en sí, cansadamente,
el hondo mar eterno.
Lento mar, hondo mar,
profundo mar inmenso...
Tan lenta y honda y largamente y tanto
insistente y cansado ser cayendo
como un llanto, sin fin,
pesadamente,
tenazmente muriendo...
Va creciendo sereno desde el fondo,
sabiamente creciendo,
lentamente, hondamente, largamente,
pausadamente,
mar,
arduo, cansado mar,
Padre de mi silencio.


EL OLVIDO

Cuando una boca suave boca dormida besa
como muriendo entonces,
a veces, cuando llega más allá de los labios
y los párpados caen colmados de deseo
tan silenciosamente como consiente el aire,
la piel con su sedosa tibieza pide noches
y la boca besada
en su inefable goce pide noches, también.
Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas,
en un aire hecho manos, amor, ternura dada,
noches como navíos...
Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora
el mundo le deviene un milagro lejano,
que le abren los labios aún hondos estíos,
que su conciencia abdica,
que está por fin él mismo olvidado en el beso
y un viento apasionado le desnuda las sienes,
es entonces, al beso, que descienden los párpados,
y se estremece el aire con un dejo de vida,
y se estremece aún
lo que no es aire, el haz ardiente del cabello,
el terciopelo ahora de la voz, y, a veces,
la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.


I

Concédeme esos cielos, esos mundos dormidos,
el peso del silencio, ese arco, ese abandono,
enciéndeme las manos,
ahóndame la vida
con la dádiva dulce que te pido.
Dame la luz sombría, apasionada y firme
de esos cielos lejanos, la armonía
de esos mundos sellados,
dame el límite mudo, el detenido
contorno de esas lunas de sombra,
su contenido canto.
Tú, el negado, da todo,
tú, el poderoso, pide,
tú, el silencioso, dame la dádiva dulcísima
de esa miel inmediata y sin sentido.


II

Estás solo, lo mismo.
Yo no toco tu vida, tu soledad, tu frente,
yo no soy en tu noche más que un lago, una copa,
más que un profundo lago,
en que puedes beber aun cerrados los ojos,
olvidado.
soy para ti como otra oscuridad, otra noche,
anticipo de la muerte,
lo que llega en el día frío el hombre espera, aguarda,
y llega y él se entrega a la noche, a una boca,
y el olvido total lo ciega y lo anonada.
Sin límites la noche,
pura, despierta, sola,
solícita al amor, ángel de todo gesto...
Estás solo, lo mismo.
Ebrio, lúcido, azul, olvidado del alma,
concédete a la hora.


La noche

Es un oro imposible de comprender, un acabado
silencio que renace y se incorpora.
Las manos de la noche buscan el aire, el aire
se olvida sobre el mar,
el mar cerrado,
el mar,
solo en la noche, envuelto
en su gran soledad,
el hondo mar agonizando en vano...
El mar oliendo a algas moribundas y al sol,
la arena a musgo, a cielo, el cielo
a estrellas. La alta noche sin voces
deviniendo en sí misma, inagotada y plena,
es la mujer total con los ojos serenos
y el hombre silencioso olvidado en la playa,
el alto, el poderoso, el triste,
el que contempla,
conoce su poder que crea, ordena el mundo,
se vuelve a su conciencia que da fe de las cosas,
y el haz de los sentidos le limita la noche.


TARDE

Cuerpos tendidos, cuerpos
infinitos, concretos, olvidados del frío
que los irá inundando, colmando poco a poco.
Cuerpos dorados, brazos, anudada tibieza
olvidando la sombra ahora estremecida,
detenida, expectante, pronta para emerger
que escuda la piel ciega.
Olvidados también los huesos blancos
que afirman que no es un sueño cada vida,
más fieles a la forma que la piel,
que la sangre, volubles, momentáneas.
Cuerpos tendidos, cuerpos
sometidos, felices, concretos,
infinitos...
Surgen niños alegres, húmedos y olorosos,
jóvenes victoriosos, de pie, como su instinto,
mujeres en el punto más alto de dulzura,
se tienden, se alzan, hablan,
habla su boca, esa un día disgregada,
se incorporan, se miran, con miradas de eternos.


MEDIODÍA

Transparentes los aires, transparentes
la hoz de la mañana,
los blancos montes tibios, los gestos de las olas,
todo ese mar, todo ese mar que cumple
su profunda tarea,
el mar ensimismado,
el mar, a esa hora de miel en que el instinto
zumba como una abeja somnolienta...
Sol, amor, azucenas dilatadas, marinas,
Ramas rubias sensibles y tiernas como cuerpos,
vastas arenas pálidas.
Transparentes los aires, transparentes
las voces, el silencio.
A orillas del amor, del mar, de la mañana,
en la arena caliente, temblante de blancura,
cada uno es un fruto madurando su muerte.


POEMA NÚMERO 19

Quiero morir. No quiero
Oír ya más campanas.
Campanas —qué metáfora—
o cantos de sirena
o cuentos de hadas
cuentos del tío —vamos.
Simplemente no quiero
no quiero oír más campanas.


QUIERO MORIR

Quiero morir. No quiero oír ya más campanas.
La noche se deshace, el silencio se agrieta.
Si ahora un coro sombrío en un bajo imposible,
si un órgano imposible descendiera hasta donde.
Quiero morir, y entonces me grita estás muriendo,
quiero cerrar los ojos porque estoy tan cansada.
Si no hay una mirada ni un don que me sostengan,
si se vuelven, si toman, qué espero de la noche.
Quiero morir ahora que se hielan las flores,
que en vano se fatigan las calladas estrellas,
que el reloj detenido no atormenta el silencio.
Quiero morir. No muero.
No me muero. Tal vez
tantos, tantos derrumbes, tantas muertes, tal vez,
tanto olvido, rechazos,
tantos dioses que huyeron con palabras queridas
no me dejan morir definitivamente.


TAL VEZ NO ERA PENSAR

Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto,
sino darse y tomar perdida, ingenuamente,
tal vez pude elegir, o necesariamente,
tenía que pedir sentido a toda cosa.
Tal vez no fue vivir este estar silenciosa
y despiadadamente al borde de la angustia
y este terco sentir debajo de su música
un silencio de muerte, de abismo a cada cosa.
Tal vez debí quedarme en los amores quietos
que podrían llenar mi vida con un nombre
en vez de buscar al evadido del hombre,
despojado, sin alma, ser puro, esqueleto.
Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto.
sino amarse y amar, perdida, ingenuamente.
Tal vez pude subir como una flor ardiente
o tener un profundo destino de semilla
en vez de esta terrible lucidez amarilla
y de este estar de estatua con los ojos vacíos.
Tal vez pude doblar este destino mío
en música inefable. O necesariamente...


EL MAR NO ES MÁS QUE UN POZO

El mar no es más que un pozo de agua oscura,
los astros sólo son barro que brilla,
el amor, sueño, glándulas, locura,
la noche no es azul, es amarilla.
Los astros sólo son barro que brilla,
el mar no es más que un pozo de agua amarga,
la noche no es azul, es amarilla,
la noche no es profunda, es fría y larga.
El mar no es más que un pozo de agua amarga,
a pesar de los versos de los hombres,
el mar no es más que un pozo de agua oscura.
La noche no es profunda, es fría y larga;
a pesar de los versos de los hombres,
el amor, sueño, glándulas, locura.


LO QUE SIENTO POR TI

Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.
Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.
Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.
Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.


YA EN DESNUDEZ TOTAL

Ya en desnudez total
extraña ausencia
de procesos y fórmulas y métodos
flor a flor,
ser a ser,
aún con ciencia
y un caer en silencio y sin objeto.
La angustia ha devenido
apenas un sabor,
el dolor ya no cabe,
la tristeza no alcanza.
Una forma durando sin sentido,
un color,
un estar por estar
y una espera insensata.
Ya en desnudez total
sabiduría
definitiva, única y helada.
Luz a luz
ser a ser,
casi en amiba,
forma, sed, duración,
luz rechazada.


CUANDO YA NOCHES MÍAS

Cuándo ya noches mías
ignoradas e intactas,
sin roces.
Cuándo aromas sin mezclas
inviolados.
Cuándo yo estrella fría
y no flor en un ramo de colores.
Y cuando ya mi vida,
mi ardua vida,
en soledad
como una lenta gota
queriendo caer siempre
y siempre sostenida
cargándose, llenándose
de sí misma, temblando,
apurando su brillo
y su retorno al río.
Ya sin temblor ni luz
cayendo oscuramente.


LOS ORIENTALES

De todas partes vienen,
sangre y coraje,
para salvar su suelo
los orientales;
vienen de las cuchillas,
con lanza y sable,
entre las hierbas brotan
los orientales.
Salen de los poblados,
del monte salen,
en cada esquina esperan
los orientales.
Porque dejaron sus vidas,
sus amigos y sus bienes,
porque es más querida
la libertad que no tienen,
porque es ajena la tierra
y la libertad ajena
y porque siempre los pueblos
saben romper sus cadenas.
Eran diez, eran veinte,
eran cincuenta,
eran mil, eran miles,
ya no se cuentan.
Rebeldes y valientes
se van marchando,
las cosas que más quieren
abandonando.
Como un viento que arrasa
van arrasando,
como un agua que limpia
vienen limpiando.
Porque dejaron sus vidas...


LA SOLEDAD

Esta limitación esta barrera
esta separación
esta soledad la conciencia
la efímera gratuita cerrada
ensimismada conciencia
esta conciencia
existiendo nombrándose
fulgurando un instante
en la nada absoluta
en la noche absoluta
en el vacio.
Esta soledad
esta vanidad la conciencia
condenada impotente
que termina en sí misma
que se acaba
enclaustrada
en la luz
y que no obstante se alza
se envanece
se ciega
tapa el vacío con cortinas de humo
manotea ilusiones
y nunca toca nada
nunca conoce nada
nunca posee nada.
Esta ausencia distancia
este confinamiento
esta desesperada
esta vana infinita soledad
la conciencia.

Imagen: "Mujer escribiendo una carta" de Gerard Ter Borch

Poemas / Ramiro Pablo Velasco

Poemas / Ramiro Pablo Velasco

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LA FURIA

Dice más
la verdad
no precisa
parto entuerto
blues del miedo
a la desdicha
le va más
de Mara y Villa
el desconsuelo
La experiencia
en ostracismo
es importancia
conducente
desde el punto
de la orilla
no hay fractura
que se pague
en esta vida
qué mejor
que se deba
a la sencilla
congregación
del recuerdo
y la a-sustancia
Ante el futuro
ya me dije
con sumación
no me iré
de miedo
ni de angustia
sino de amor
abrumado
en confianza
desde que el cielo
me ha asignado
esta función.

CHACAHUA

No hay aullido
ni queja en el misterio
simple y lleno
es el madrazo del saber
Oculto rezo
de sangrante duelo
que se ahoga pronto
en el manglar pagano
y al amparo del agua
des-acontece el poder
Lenta crece
la raíz del cielo
tan lejos se ve
el remolino fiero
y tanto suelo de algas
y tanto caminito de agua
para sentir
que la felicidad es riego
la superficie es glifo
y el oleaje beber
todo lo que viene
lo que vuela
y se sumerge
lo que nace Dios
y nada
y emociona
será siempre
del color de dos.

MANGLAR BLUES

Viendo el piso mal recuerdo
la flor tejida de su pecho blanco
quiero que mi brazo se infle
para que flote su costado
no soy para nadie cuando la oigo
no estoy en mí cuando la miro
brilla en el agua
su hombro y su callado
rostro entristecido

Transpira en mi frente
su rodilla
y sus pies justos
juntos
anhelo al tiempo
como salvavidas

Le he visto ante mí
en esta lancha de ámbar
que delirio.

MEJOR PUES...

Mal rayo me quiebre
y
deme Dios mal galardón.

La bala que ha de alcanzarme
viene doblando la esquina.

Hay mujeres en la vida
yo no se
mujeres como del amor de Dios...

Todo se ha podrido
menos el dolor.

CECI

El cielo debe estar
por tu piel acondicionado
cuando al desliz de tu perfil
se refleja el sol
He visto hoy
tu delgadez brillante
pasar con los brazos cruzados
abriendo un río en crepúsculo
sobre este jardín
Y tu voz infantil que solicita
alguien ayude al colibrí
que quedó atrapado
y ante la libertad que vuela
roja y cardenalicia
te despides...
E-dicto
con el blues que me brote en sangre
no te falte una vena de blancura
y una arteria de fragilidad
donde quieras ir.

PILAR DEL POETA

Ahora poeta valdría la pena
verter el corazón un poco
pues este abrazo que te he dado
he sentido en núcleo al decirte
que tu cabello es espeluznantemente hermoso
y me ha vibrado el corazón al tacto
con su espesa negrura y olor
He sentido ahora poeta
tanta ternura en tu cuerpo
que no me sueltes te dijera
abrázame fuerte y rotundo
pero ha durado un segundo
todo el tiempo del planeta
Dios bendiga tu cabello poeta
Dios bendiga tu sonrisa
Dios te bendiga
adiós.

EL ÁNGEL DEL LLANTO

Y el llanto que del llanto viene
es de ese rostro niña
como de antes
suplicando
que no le peguen
en la iglesia
porque es pecado
que la mano caiga
sobre el rostro
que se ahoga
espanto
porque llorar
no complementa
incluso
la fe no aumenta
con pedir justicia
y la niña que gime
y en su gesto
parece mi sobrina
no aguanto
y veo
que la prueba
implacable
del amor
de cierto
en esta niña
se presenta
como espejo
de los padres
muerto.


TEORIA DE LOS ÁNGELES

A veces nos acompañan ángeles
cuando regresamos en medio de la noche
y la tormenta nos aplasta
siempre caminan a nuestro lado
platicando
o concentrando un silencio
fraternal
Pueden ser dulces muchachas
que regresan felices
después estar en pareja
o amargos borrachos
que liban otra vez la nada
No es difícil darse cuenta
porque al despedirnos de ellos
se van con una aureola refulgente
que en agradecimiento
les confeccionamos.

DESEOS DEL QUE SUBYACE

Quiera Dios que encuentre refugio en su cuello
que sea alojado en la casa de su clavícula
encuentre paz bajo su oreja
la guarida que presenta la manzana
la aromática región de la quijada
el dulce calor de la nuca
la ternura que despide la mejilla
el consuelo que recibe en sus labios
quiera Dios que no le falte la mujer.

PARA ILUMINAR EL ESTERO

Oxigena con tu pelo
mi transpiración entrecortada
ahora es cuando me nublo
cuando yo mismo me vuelo
tengo una fría sospecha
y un sopor traicionero
para el miedo que me cargo
esta mi cabeza en el suelo
es la tarde que me aturde
y la mañana que altero
pienso en que no te di un beso
sea sempiterno el encierro
de nada sirve el perdón
cuando ha sido rastrero
vale más que mi alma vague
por estos pantanos de fuego.

Melopeas / Ilitia

Melopeas / Ilitia Melopeas

Al grito de tus manos mi cuerpo escucha
No hubo silencio más armónico que el de tus poros
ni melodía más condescendiente que la de tus cabellos
en acorde con mis pechos

Tu amor acalla el silencio seductor de mi sexo
y cada gota que lubrica
encala la sinfonía nuestra.