Poemas / Enrique Valdés
Geografía
Ese pedazo de tierra largo y estrecho
que ves allí,
es Chile, mi país.
Estuve allí por mucho tiempo y me fui.
Cambié mi corazón por una casa,
una estrella por cincuenta y nueve veces
una sola.
No extraño a nadie, como nadie me extraña.
Pero a veces, el olor de una manzana
o de un vaso de vino
me revuelve el estómago, me devuelve
a ese pedazo de tierra negra que ves allí.
No pudieron matarme
pero un golpe artero de yatagán
tocó la célula y la hirió.
No vuelo ahora. Me arrastro como los felinos.
Y hablo a media voz. Escribo
cartas que no tienen respuesta. Pero a veces
cuando miro estos mapas
se me sube la orina a la garganta.
Comparaciones
Cuando uno está cansado se recuesta en la tierra
y ve pasar las nubes
entre el cielo y los árboles.
Cuando uno tiene prisa monta un caballo
y atraviesa el polvo y las praderas.
Cuando uno está perdido
escucha el canto de los pájaros
y calcula la hora, el tiempo, las distancias...
Cuando uno está con hambre
se detiene en la casa del vecino
toca la puerta y entra y allí está la comida.
Cuando uno está muy lejos
en su pedazo de universo ajeno,
se revuelca en la tierra,
acude a todos los teléfonos,
toca innumerables puertas,
mira el agua que pasa:
Y se ahoga.
Nieve
También aquellos árboles se cubrían de hielo
y colgaban desde el alero de la casa
las agujas del agua congelada.
Y caían las ramas de los árboles en el dorso
de los animales.
A los días del sol tibio
usurpaba la nieva el espacio olvidado
y morían los pájaros en medio de la noche.
También nos refugiábamos en torno a cualquier cosa:
un leño encendido o el regazo difuminado de la madre.
Ahora cae la nieve sobre Urbana-Champaign
Y yo no sé si estoy aquí o allá: en el fondo de un mar
lleno de ramajes extraños y formas indescifrables.
También pensábamos en un mundo invisible:
éste quizás, el que ahora trae el hielo y derriba los árboles.
Pero la casa de entonces está sepultada bajo la nieve
como los cuerpos de mis antepasados.
Y no es el mar el que veo, sino lo que deseo ver:
una parte de mí, perdida entre la nieve.
Tomado de:
http://sergiomansilla.com/revista/patagonia/poesia/articulo_120.shtml
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