Twitter habla del futuro (No es un streaming del presente) / Pablo Mancini - @mancini
¿De qué se trata Twitter, Mugshot y Jaiku? La blogósfera no para hablar de estos servicios pero su impacto será mucho más profundo de lo que podemos pensar.
Lejos de las interpretaciones en las líneas del exhibicionismo, el microblogging de moda o los SMS vía web, la compuerta abierta por Twitter y las grietas filtradas por Mugshot y Jaiku están estrechamente relacionadas a los nuevos modos de organización social emergentes, que anticipó Rheingold pero que analizó mucho mejor Scott Lash con sus “desorganizaciones” en Crítica de la información. No lo hizo porque no existían, pero Reinaldo Laddaga podría estudiar estos sistemas emergentes en una segunda Estética de la emergencia.
Ante la convergencia de canales de Feeds RSS que agrupan imágenes, blogs, videos, mensajes, música en vivo, folksonomías, entre otras señales semióticas, algunos comienzan a hablar de LifeStream, una forma más tangible de entender cómo cada persona puede “ser un medio”, enviando destellos multilineales de sentido a su red.
Si con Jaiku, por ejemplo, podemos hacer un constante streaming de las fotos que subimos, los posts que escribimos, los SMS que enviamos, los contenidos que catalogamos en cualquier sistema colectivo de reputación –como Last.fm- o incluso las folksonomías que producimos en del.icio.us, es un primer paso concluir que estamos haciendo un streaming de nuestra vida, de nuestras relaciones y, sobre todo, de nuestro pensamiento.
Pero el concepto de LifeStream se queda cortísimo porque la compuerta que abren Twitter, Mugshot y Jaiku se acerca mucho más una posibilidad en formato software de la extensión del sistema nervioso central que tanto le hubiera gustado ver en acción a McLuhan.
En cualquier caso, todas estas anotaciones son súper acotadas porque estamos midiendo estas aplicaciones -como siempre nos equivocamos en la llamada Web 2.0- en el plano del individuo que se “conecta”, que “interactúa” y que “comparte”.
El fenómeno que materializan esos tres servicios toman otras dimensiones cuando pensamos las aplicaciones como herramientas colectivas, (des)organizacionales y sobre redes. Y no sólo porque ya sabemos que el futuro es móvil e inalámbrico o porque las herramientas de geoposicionamiento serán inmanentes a todo software social, sino porque tienden el puente entre compartir y coproducir, entre consumo par a par y producción par a par, entre sujetos colectivos y redes sociales. Ni siquiera acerquémonos al swarming, ¿alguien se atreve a desconfiar de que aplicaciones como Twitter, Mugshot y Jaiku tendrán tanto impacto como los blogs, que serán parte clave de la nueva ecología? Sin duda.
Si gracias a David y su libro El Poder de las Redes (pdf) sabemos que un blog no es un medio, que la blogósfera es el medio, tenemos que prestarle especial atención a las twitter-apps porque complejizan la red y porque sus usos pueden dar con una nueva versión de los nuevos medios, pueden configurar una nueva lógica par a par, que puede llamarse Web 2.1 o de otra forma, pero sin duda tendrá un impacto significativo -que tenemos que estudiar- en la arquitectura de la red, en su política.
Algo sí ya está claro: la influencia unidireccional se ha ido para siempre y la lógica de los nuevos medios y su lenguaje encuentra un engranaje mucho más poderoso en las redes distribuidas. Hablemos de medios, de periodismo (ciudadano también), de publicidad, de marketing, de acciones sociales, del nuevo cine y hasta de mundos virtuales. Hablemos de lo que decidamos. Pero antes comprendamos que las twitter-apps se llevan mejor con el futuro de las redes que con el presente fastuoso de la blogósfera.
Individualmente serán un LifeStream, pero el individuo moderno ya no existe.
Cómo rediseñar este tipo de aplicaciones para redes de periodistas ciudadanos, para microcomunidades educativas, para activistas culturales, para, en cualquier caso, nuevas organizaciones, son los desafíos que más me interesan. Quizá porque nos sacan de la comodidad bloguera y sus lugares comunes y del entusiasmo fatuo propio de la endogamia 2.0.
What is Twitter, Mugshot and Jaiku?
The blogosphere not to talk about these services, but their impact will be much deeper than we think.
Far from the interpretations in the lines of exhibitionism, fashion microblogging via SMS or the Web, open gate filtered Twitter and cracks for Mugshot and Jaiku are closely related to the new emerging forms of social organization, but he anticipated Rheingold Scott Lash looked much better with their "disruptions" in Critique of information. He did it not exist, but Reinaldo Laddaga could study these emerging systems in a second Aesthetics of emergency.
Given the convergence of channels that bring together images RSS feeds, blogs, videos, messages, live music, folksonomies, and other semiotic signs, some begin to talk about LifeStream, a more tangible understanding of how each person can be "half "multilinear sending flashes of meaning to their network.
If, Jaiku, for example, we make a constant stream of photos that we got, we write posts, SMS we send, we catalog the contents in any system of collective reputation-like Last.fm, or even folksonomies we produce in del.icio.us, is a first step to conclude that we are making a stream of our lives, our relationships and, above all, of our thinking.
But the concept remains very short LifeStream because the gate to open Twitter, Mugshot and Jaiku is much closer in software format a possibility of extending the central nervous system that both would have liked to see in action McLuhan.
In any case, all these entries are bounded super because we are measuring these applications, as always we are wrong in so-called Web 2.0-at the level of the individual who is "wired", that "interact" and "share".
The phenomenon that embody these three services when we take on other dimensions as tools applications collective (dis) organizational and networking. And not just because we know that the future is mobile and wireless or because the geo-tools are inherent to all social software, but because they build a bridge between sharing and co-production between consumption and production peer to peer peer to peer, among collective subjects and social networks. Not even draw near to swarming, will anyone dare to distrust applications like Twitter, Mugshot and Jaiku have as much impact as blogs, which are a key part of the new ecology? Without a doubt.
If, thanks to David and his book The Power of Networks (pdf) we know that a blog is not a means, that the blogosphere is the means, we must pay special attention to the twitter-apps because they complicate the network and because their use can up with a new version of the new media, can set a new peer to peer logic, which can be called Web 2.1 or otherwise, but certainly have a significant impact, we have to consider, in the architecture of the network, its policy.
One thing is clear: one-way influence is gone forever and the logic of new media and its language is a more powerful gear in distributed networks. Let’s talk about media, journalism (citizen as well), advertising, marketing, social actions, the new cinema and even virtual worlds. Let’s talk about what we decide. But before we understand the twitter-apps get along better with the future of networks with this lavish of the blogosphere.
LifeStream will be an individual, but the modern man no longer exists.
Redesigning this type of networking applications citizen journalists for educational micro communities, for cultural activities, for, in any case, news organizations, are the challenges that most interest me. Perhaps because of the comfort we take blogging and clichés and fatuous enthusiasm typical of inbreeding 2.0.
Tomado de: http://www.amphibia.com.ar/twitter-habla-del-futuro-no-es-un-streaming-del-presente/
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